Otra vez el por qué? Por qué tengo que sentir esto que siento por quinta vez en mi vida? Es la sensación más dolorosa que se puede tener y aquí está de nuevo...Dame un poco de aliento cariño, no me dejes morir entre lágrimas. Me he dado cuenta de todo, estaba ciega, no soy perfecta, también cometo errores y muchas veces no miro más allá. Tengo el alma en un puño, el corazón encojido y tiritando impaciente, abatido y lleno de arrepentimiento.
He caído en tu mismo error y no lo supe ver; ha ido pasando el tiempo sin poner un final a toda esta locura de sufrir. Pero se acabó, no pienso perder más tiempo, por fin ha llegado ese rayo de luz que estaba esperando, ese que de nuevo hace que empieces a ver la vida de otra manera; un paso más de madurez que me lleva a superar las cosas; un paso que decide por qué camino debo continuar y dejar atrás cosas que no vale la pena seguir sintiendo.
Quiero tener la suficiente fuerza para poder correr por ese camino que ahora me llevará a una nueva realidad, la realidad de poder vivir lo que empezamos y por desgracia no supimos valorar.
Ahora podemos hacerlo de nuevo, dos mentes renovadas que pueden llegar donde se propongan.
Un nuevo mundo se me viene a los pies, otro cambio que afrontar; vértigo precipitado pero sin vuelta atrás. Una nueva vida espera para darle el tan deseado sentido a este mundo, mi mundo, tan complicado, tan desdichado, con tan poca estrella aun con esfuerzo desmesurado...Abrir nuevas puertas, esa es la meta, hacia una felicidad frágil, tan frágil que como una pluma puede deslizarse en tu vida e irse con un solo suspiro. Pósate sobre mí, necesito tu calma, tu tranquilidad, la receta para sentir que el mundo me sonríe de nuevo, que todo este sufrir tenga una compensación al fin.
Deseo poder llegar lejos, lejos y a tu lado, sin preocuparme si algún día me faltarás porque si esto pasó así significa que es otra señal. Todo llega, y todo llega por algo anterior. El futuro ya está decidido pero nunca nos dan el mapa para no perdernos por el camino; unos tienen la suerte de dar con el correcto, otros, tenemos que esquivar tantas piedras a cada paso que damos que resulta demasiado difícil encontrar un oasis de vez en cuando. Solo espero que al final de ese camino haya paz para mi corazón y que por fin pueda coger el barco que solito me lleve a navegar por las aguas que encauzan lo que resta de vida, sin volver a encontrarme piedras para tropezar.
Destrozar la vida es muy fácil; en recomponerla tardamos el resto de nuestros días...
Conseguiremos ese aliento, te lo prometo.